Distorsiones económicas y financieras originadas en el impuesto sobre los ingresos brutos
El impuesto a los ingresos brutos actualmente no debería existir, al menos en su forma actual. Es un impuesto general al consumo, acumulativo y plurifásico que se superpone, en principio, en su base imponible con el impuesto al valor agregado (lo que significa cobrar dos impuestos sobre la misma base dados por los ingresos por ventas, prestaciones o locaciones) y que origina distorsiones económicas por efecto “cascada” al acumularse en la forma de un gasto operativo en las diferentes etapas del proceso productivo o cadena de valor.